.. (breve referencia a nuestro trabajo de transformación en este artículo de @raulmasa en sabemos digital) ..
de red social a operador móvil
Por orden cronológico, y con el cambio más grande a cuestas, el caso de Tuenti (siendo Tuenti Móvil la marca del servicio que ofrece en España) representa un giro en el modelo de negocio buscando nuevas alternativas. Pasó de codearse con Facebook, hay que recordar que durante 2007 y 2008 llegó a mirar de tú a tú Mark Zukerberg, a intentar batallar como operador móvil virtual en un contexto muy competitivo en el mercado de telecomunicaciones español.
Para Sebastián Muriel, actual CEO de Tuenti Móvil, pero que por entonces no lo era, la compra por parte de Telefónica en 2010 les “permitió seguir creciendo, apostando por la innovación, y desarrollando un nuevo modelo global de operador, que ahora ya es una realidad en 4 mercados”.
Lo cierto es que desde Telefónica pensaron en todo momento que lo mejor sería mantener la dirección. De ahí que siguiera en el cargo Zaryn Dentzel y que éste conviviese durante años con Muriel, una persona de su confianza y con la que Telefónica busca ahora dotar de mayor estabilidad al proyecto. Aunque la compañía sigue en pérdidas, los ingresos han aumentado y ya no supone un lastre para su matriz.
En este caso, como en cualquier compra, la apuesta por parte de Telefónica fue bastante fuerte. No obstante, por lo que respecta a la parte comprada, tal y como cuenta Muriel a SABEMOS, a nivel personal simplemente supuso “un milestonemás en la historia de la compañía, que llevaba trabajando con el grupo tres años, y que ya estaba enfocada totalmente en el desarrollo de productos innovadores en el sector telco, aportando todo nuestro conocimiento y experiencia en el mundo de internet”.
Nada de lágrimas ni dramatismos de última hora. Según nos asegura Sebas Muriel “no hubo un antes y un después de aquel día, era una operación programada. Siempre hemos trabajado con muchísima autonomía y un gran apoyo por parte del grupo”. De este modo se confirma que no todas las compras de startups deben ser disruptivas, sino que en ocasiones suponen un reenganche para ser más competitivo y, después, patada y a seguir.