.. el móvil en el centro ..

.. estreno nuevo blog en cinco días (el móvil en el centro, un espacio para la reflexión y el análisis sobre la comunicación social y el impacto de la nueva movilidad) con este post titulado «Innovar, no sólo en tecnología, sino también en modelos alternativos de revenue» ..

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Arranco hoy este blog, que después de darle algunas vueltas, he decidido denominar «el móvil en el centro». La idea es contibuir a la reflexión sobre el fenómeno de la nueva movilidad que está re-configurando por completo nuestro sector. Y abro el debate con algunas ideas sobre las diferentes alternativas en modelos de negocio alrededor de las nuevas pautas de utilización, derivadas de un nuevo patrón de consumo, centrado en el smartphone.

Y es que los dispositivos móviles están cambiando de manera increíble, y a una enorme velocidad, las formas de acceso a Internet. De un uso basado en un ordenador y un navegador, hacia una navegación desde el smartphone o tableta, cada vez más a través de aplicaciones. Y esto hace que todo el modelo económico vigente hace un tiempo, -basado fundamentalmente en publicidad-, se pueda llegar a cuestionar. Todo esto hace necesario un replanteamiento total de los planes de negocio y de las estrategias de todos los jugadores. Lo peor y más dramático, es que esto no es de ahora. Algunos llevamos tiempo hablando de que «el futuro está en el móvil». Me sonrío, porque todavía recuerdo algunos powerpoints de mi época de consultor, hace ya varios años. Lo que parecía que no iba a llegar nunca, de repente, ha aparecido y nos ha golpeado a todos con virulencia.

Como consecuencia de todo lo comentado, surge ahora un debate interesante. Hay cierto revuelo cuando algunas aplicaciones móviles plantean modelos de pago (como está planteando ahora Whatsapp). Parece que a muchos les sorprende que los usuarios se resistan a tener que pagar, aunque sea un precio simbólico, por aplicaciones que antes eran gratuitas. Pero no lo olvidemos: el usuario es el que manda. Si le hemos acostumbrado a una experiencia determinada, (mejor o peor), a la que ese usuario le da un valor, en ocasiones sin ningún precio asociado, es muy complicado cambiar su percepción. Es aún más complicado cambiar su hábito, tratar de hacerle pagar, exactamente por lo mismo por lo que antes no pagaba nada. Obviamente, el usuario va a optar por productos y servicios que tenga el mejor balance coste-beneficio. Y si tiene alternativas en las tiendas de aplicaciones (iguales o incluso mejores en funcionalidad), se descargará y dará una oportunidad a la siguiente. Y a la siguiente. Y así hasta que haya una que le convenza. A él y, lo que cada vez es más importante, a su entorno más cercano, a la gente con la que se quiere relacionar más a menudo.

¿Eso significa que no se puede cobrar? Por supuesto que no. Existen muchísimos casos de aplicaciones, algunas de las más exitosas, que son de pago. Suelen ser, eso sí, modelos que habitualmente han nacido con vocación de cobrar desde el principio. ¿Significa ésto que es imposible ofrecer al usuario aplicaciones de calidad gratuitas? Pues tampoco. Como en todo en Internet, depende, del modelo de negocio asociado. Hasta ahora, en la web, la cultura de la gratuidad ha estado ampliamente extendida. Como decía antes, esto ha sido así en tanto que el modelo publicitario ha permitido en parte acceder gratis a contenidos y servicios. En móvil, vemos aplicaciones en dónde se convive con un modelo, (bastante rudimentario, todo hay que decirlo), de micro-banners que entorpecen muchísimo la experiencia de usuario, pero que son los que permiten un modelo de negocio bastante similar a lo que encontrábamos en la web. Lo que es un hecho, es la migración acelerada de la audiencia hacia estos dispositivos, que se puede leer en clave de amenaza (menos tamaño de pantalla y un entorno más privado y personal), o como una gran oportunidad (al poder disponer de mayor nivel de información del usuario, que permite también un mayor nivel de segmentación).

¿Son esos los únicos caminos? ¿Cobrar o introducir ruido en forma de publicidad? No lo creo. Nosotros, por ejemplo, en Tuenti, lo tenemos claro: no renunciamos al modelo de ofrecer aplicaciones de gran calidad y gratis. Nuestro nuevo producto, en beta, es gratuito en todas las plataformas: web, Android, iPhone, Blackberry, Windows Phone. Y apostamos por un modelo de ingresos mixto y diversificado. Único en el mundo. Innovando, no sólo en el desarrollo tecnológico, sino hasta en el propio modelo de monetización. Por un lado, en la parte publicitaria, apostamos por no saturar al usuario, sino por aportar relevancia y valor añadido con la publicidad (de momento en web, lo que otras apps no tienen). Con publicidad que además es poco intrusiva y que busca la implicación y complicidad del usuario, que es quien la tiene que reenviar a su círculo de amigos más cercano. Y, por otro lado, hemos diversificado nuestro modelo de monetización con nuestro Operador Móvil Virtual, que nos permite plantear un modelo de suscripción mensual en dónde determinados usuarios pasan a ser clientes. Clientes que apuestan por contratar su servicio de conectividad con un operador diferente, más 2.0, más moderno, con una estructura de coste más eficiente, con unos costes de adquisición menores y, sobre todo, con una experiencia de usuario más rica, que mezcla la mensajería en web y móvil con esa SIM que ofrece ese servicio de telecomunicaciones.

En todo cambio hay una enorme oportunidad. Y es que, por diferentes razones y múltiples variables, el usuario (que por otro lado ha tenido que sacrificar muchos aspectos de consumo por una razón coyuntural, la crisis), nos ha demostrado que no está dispuesto a renunciar a su terminal móvil, una herramienta que le permita estar siempre conectado. Y lo ha hecho por una razón muy sencilla: este cambio es mucho más profundo, más estructural. Su necesidad, cada vez mayor, de informarse y relacionarse en tiempo real. Nosotros vamos a seguir ofreciendo de manera gratuita nuestros servicios de mensajería instantánea y red social, integrados además cada vez más con las funcionalidades más telco, (de pago), que ofrecen conectividad total a Internet y le da menos importancia a las tradicionales fuentes de ingreso basadas en voz y SMS.

Y esto es solo el inicio. Este escenario cambia con rapidez y la innovación va a marcar en el corto plazo el sector con nuevos productos y servicios, pero seguro también con nuevos modelos de monetización. En un próximo post, seguiré aportando reflexiones que espero sean de interés, poniendo siempre el móvil en el centro.

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